domingo, 29 de julio de 2012
LOS MAYAS
Marco Geográfico
La civilización maya se desarrolló con toda amplitud en la parte de América Central que hoy comprende los estados mexicanos de tabasco, chiapas y Yucatán, Honduras,República de Guatemala y algo de las Repúblicas de Honduras y San Salvador.
Origen mitológico y real
Origen mitológico: En la mitología maya, Tepeu y Kukulkán o Gucumatz (el Quetzalcóatl de los aztecas) son referidos como los creadores, los fabricantes, y los antepasados. Eran dos de los primeros seres a existir y se dice que fueron tan sabios como antiguos. Huracán, o el ‘corazón del cielo’, también existió y se le da menos personificación. Él actúa más como una tormenta, de la cual él es el dios. Tepeu y Kukulkán llevan a cabo una conferencia y deciden que, para preservar su herencia, deben crear una raza de seres que puedan adorarlos. Huracán realiza el proceso de creación mientras que Tepeu y Kukulkán dirigen el proceso. La Tierra es creada, junto con los animales. El hombre es creado primero de fango pero este se deshace. Convocan a otros dioses y crean al hombre a partir de la madera, pero este no posee ninguna alma. Finalmente el hombre es creado a partir del maíz por una cantidad mayor de dioses y su trabajo es completo.
La mitología de los mayas tiene el siguiente panteón.
Origen real:
La cultura Maya se ubica en tres periodos importantes de la arqueología mesoamericana:
1. Periodo Preclásico (1500 a.C. - 292 d.C.)
Oleadas migratorias procedentes de Norteamérica dan origen a las colonias mayas de la costa del Golfo de México y el interior de la península de Yucatán. Influidos por la gran civilización Olmeca se erigieron varios centros administrativos teocráticos, siendo el más importante Tikal, en Guatemala.
2. Periodo Clásico (292 d.C. - 900 d.C. )
Es el periodo de apogeo de las grandes ciudades-Estado, como Uaxacún y Tikal, en Guatemala; y Pelenque y Chinchen Itzá, en México.
3. Periodo Postclásico (900 d.C. - 1541 d.C.)
Abarca el esplendor de la Liga de Mayapán y su decadencia, lo que dio origen a 16 pequeños señoríos que se enfrentaron entre sí hasta que en siglo XVI fueron sometidos por los conquistadores españoles.
Con el nombre de Liga de Mayapán (que significa Bandera de los mayas) se designa la confederación de Estados mayas del período posclásico mesoamericano.
La Liga de Mayapán tenía propósitos militares, y estaba integrada por los grupos o casas sacerdotales de los itzáes de Chichén Itzá; los tutul xiúes de Uxmal; y los cocomes de la ciudad de Mayapán, y otros señoríos como Itzamal, Zamá (Tulum), e Ichpaatún.
Gobierno y administración
Los mayas nunca constituyeron un estado unificado. Se originaron en ciudades independientes entre sí. Su autoridad máxima fue un jefe, cuyo poder, era hereditario pero no absoluto, pues era asesorado por un consejo de estado.
Esta cultura fue esencialmente religiosa y por esa razón en sus ciudades construyeron grandes y hermosos templos escalonados destinado al culto religioso.
Entre las ciudades importantes están Mazapán, Copán y Uxmal.
Organización social:
Los mayas formaban una sociedad muy jerarquizada. Estaban gobernados por una autoridad política, el Halach Uinic, jefe supremo, cuya dignidad era hereditaria por línea masculina, y el Alma Kan, sumo sacerdote. El jefe supremo delegaba la autoridad sobre las comunidades de poblados a jefes locales o bataboob, capataces de explotación agrícola que cumplían funciones civiles, militares y religiosas. La unidad mínima de producción era la familia campesina, que cultivaba una `milpa' (parcela de una 4-5 hectáreas) mediante el sistema de rozas, para atender a sus necesidades y generar, a veces, un excedente del que se apropiaba la clase dirigente.
Organización económica:
la agricultura ha constituido la base de la economía maya desde la época precolombina y el maíz es su principal cultivo. Los mayas cultivaban también algodón, frijol (poroto o judía), camote (batata), yuca y cacao. Las técnicas del hilado, el tinte y el tejido consiguieron un elevado grado de perfección. Como unidad de cambio se
utilizaban las semillas de cacao y las campanillas de cobre, material que se empleaba también para trabajos ornamentales, al igual que el oro, la plata, el jade, las conchas de mar y las plumas de colores.
Religión
Los antiguos mayas poseían dioses bacales correspondientes a los cuatro puntos cordinales y a los dioses que comienzan alternativamente en cada año cuaternio.
Es probable que creyeron en un gran dios creador, conservador y bienhechor, que tal vez corresponda al Nochochacyon o abuelo, de los lacandones. Nacido de dos flores la chocnicte y la cocnite, esta por encima de las demás dioses y en continua lucha con hopitern dios malo, encarnado en forma de serpiente, que al fin del mundo será vencido.
Avances científicos
Sus mayores avances fueron su sistema matemático que incluía un dígito equivalente al cero estaba ligado a un sistema religioso y también a observaciones.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Otro avance fue la escritura estos pueblos desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales. Los registros también se realizaban en códices de papel amate (corteza de árbol) y pergaminos de piel de animales. Sólo existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis (Dresde), actualmente en Dresden; el Perezianus (Peresiano o de París), en París; y el Tro-cortesianus (Tro-Cortesiano o Matritense maya). Estos códices se utilizaban como almanaques de predicción en temas como la agricultura, la meteorología, las enfermedades,
la caza y la astronomía. Su arquitectura representada por los templos de construcción rectangular. También fueron excelentes artistas en las manifestaciones esculturales a juzgar por sus hermosas creaciones que sirvieron en sus templos y sus palacios.
Desaparición
Cuando comienza la conquista Española de lo que había sido la brillante cultura clásica maya de las tierras bajas del sur, solo quedaban unas pocas comunidades agrícolas aunque algunos vestigios sobrevivían en el norte de Yucatán.
La decadencia de esta civilización se debió probablemente a una sucesión de crisis agrícolas por la destrucción ecológica, que coincidió en guerras interinas y rebeliones en contra de los elites gobernantes y con invasiones provocadas por expediciones guerreras de México central.
TRABAJO EXTRACLASE
1. Debés imprimir el texto sin las ilustraciones, sólo el mapa.
2. Observá detenidamente los dibujos.
3. Buscá en la internet el nombre de las ciudades que aparecen en el origen real.
4. Observá el siguiente video y comentá en tu cuaderno.
domingo, 15 de julio de 2012
CIVILIZACIONES ANTIGUAS DE AMÉRICA
LOS INCAS
Marco geográfico
Los incas se establecieron en el Cuzco alrededor del año 1200 d. C., pero solo dos siglos después, alcanzaron la plenitud de su cultura y de su poder imperial. Hacia 1463, en una rápida expansión de casi un siglo, conquistaron la costa peruana, el resto de las tierras altas de Perú, Ecuador, Bolivia, parte del norte de la actual Argentina hasta el sur de Mendoza y dominaron Chile hasta el río Maipo, aunque llegaron hasta el río Maule. Tomando en cuenta todos estos territorios, cuando se inicia la conquista española del Perú, el imperio incásico tenia cerca de 12 millones de habitantes.
Origen real y mitológico
Origen real: Los datos arqueológicos parecen demostrar que los incas eran una tribu procedente de algún lugar cercano al lago Titicaca, que arribó, quizás en busca de tierras cultivables, al valle del Cuzco a comienzos del siglo XIII. Compartieron el territorio con otras tribus que vivían allí. Hubo frecuentes luchas entre ellas por tierras fértiles, hasta que el noveno rey, Pachacute Inca Yupanqui (1438-1471), logro derrotar a los chancas, sus más tenaces enemigos. De ese modo estableció la hegemonía sobre el valle, emprendiendo la conquista de otras regiones para tener acceso a la producción diferenciada por la altitud. La obra fue continuada por sus sucesores Topa Inca Yupanqui (1471-1493) y Huayna Cápac (1493-1527) hasta delinear las fronteras del imperio, que abarcaban desde Quito en Ecuador hasta el río Maipo en Chile y desde la costa de la cordillera andina. Ejércitos incas se hallaban explorando zonas hacia el norte y el sur cuando se produjo, en 1532, el desembarco de los españoles al mando de Francisco Pizarro. Para entonces dos medio hermanos, Huáscar y Atahualpa, se hallaban en guerra civil por la sucesión al trono, hecho que facilito el accionar de los españoles.
Origen mitológico: Los incas contaban que el dios Sol, Inti, apiadado de la vida casi animal que llevaban los hombres, desconociendo la agricultura, el arte de tejer, la alfarería, la cestería y las ciencias, decidió enviar a dos de sus hijos, Manco Cápac y Mama Ocllo, para los “civilizasen”. Los colocó, premunidos de una vara de oro, en una isla del Lago Titicaca, ordenándolos que fundasen una ciudad en el sitio donde aquella se hundiese en la tierra. Caminaron hasta llegar al valle del Cuzco, dónde se cumplió el anuncio del Dios Padre. Ambos hermanos contrajeron matrimonio, fundando un linaje del cual deberían salir los futuros gobernantes de la urbe.
Gobierno y administración
Gobierno: Los Incas formaron un imperio férreamente unificado, en cuya cabeza se encontraba el Inca, autoridad máxima, absoluta, hereditaria y de carácter divino, quien era considerado hijo del Sol, vivía en el Cuzco, en un espléndido palacio, rodeado de un fausto extraordinario; vestía sólo las más finas telas de alpaca o vicuña, se adornaba con ricas joyas y viajaba siempre en litera, llevada a hombros por curacas. Gobernaba ayudado de numerosos funcionarios que les permitían conocer lo ocurrido en todo su imperio y también era un estado teocrático.
Administración: a la cabeza de la jerarquía administrativa se encontraba el inca, llamado sapa inca gobernaba como soberano absoluto y era venerado cual dios. Debía contraer matrimonio con una hermana para mantener la pureza sanguínea de los descendientes. Sus actividades estaban revestidas de gran ceremonial. Se le podía hablar a través de un paño que le cubría el rostro. Viajaba sobre una litera cargada por sirvientes, quienes, además, barrían el camino que debían pisar.
Organización social:
la base de la sociedad Incaica era el Ayllu, un tipo de clan constituido por varias familias extendidas, unidas entre sí por un cierto grado de parentesco, que vivían todas juntas en un área bastante restringidas y compartían la tierra, los animales y sus productos. Esta comunidad podía ser más o menos grande, formar un pueblo entero o incluso una ciudad, pero siempre existía el principio de la propiedad y del trabajo colectivo; la propiedad privada prácticamente no existía, más que sobre ciertos bienes muy personales: ajuar doméstico (extraordinariamente parco), vestidos y algunos utensilios.
Los Ayllu estaban dirigidos por un jefe colectivo (Mallcu), que era aconsejado por un consejo de ancianos (Amautas). Varios Ayllus constituían un distrito dirigido por un administrador; varios distritos formaban una provincia (Guaman), varias provincias constituían unas de las cuatro partes (Suyu), del imperio (Tahuantinsuyu); el jefe de un Suyu (Apo), era responsable únicamente ante el Inca.
Para la organización del trabajo, y para el pago del impuesto en servicio (Mita), el pueblo estaba dividido en grupos de diez Purics (hombres adultos plenamente capacitados para el trabajo), diez de estos grupos (cien hombres), eran guiados por un Pachaca - Curaca; diez grupos de cien hombres formaban el orden superior, bajo las ordenes de un Curaca; el orden máximo de ésta jerarquía lo constituía el grupo de diez mil hombres - una tribu - con su jefe, el Hono-Curaca. Esta organización era especialmente conveniente, como ya se ha indicado, para la satisfacción de la Mita, el sistema de impuesto incaico que consistía en un pago, no en moneda, que no existía sino en prestación de trabajo personal.
Esta presentación adopta la forma, en primer lugar, de trabajo en los campos del Inca y los sacerdotes, pero además, cada Puric debía trabajar, unos cuantos días al año, en las minas, en las obras públicas (en construcción de rutas, puentes, calzadas, fortalezas, etc.), como porteadores, etc. Existían oficios especializados (alfareros, tejedores, pastores de llamas), que estaban dispensados de pagar la Mita en trabajo en los campos, pero no de la prestación de servicios en las obras públicas. Además, en caso de guerra, cualquier hombre estaba obligado a prestar su cooperación en los ejércitos del Inca, según las necesidades de la campaña. Los únicos exentos de la Mita era la clase noble, es decir, los Curacas.
Organización económica:
La base económica del imperio la constituía la agricultura. La tierra pertenecía al estado, es decir, al Inca, estaba dividida en tres categorías cuyos productos correspondían respectivamente al Inca, a los sacerdotes y al pueblo, y aunque las parcelas más fértiles eran las que pertenecían a las dos primeras clases, cada campesino recibía la tierra necesaria para obtener alimentos para el y su familia. Las tierras correspondientes a cada comunidad eran repartidas anualmente por un funcionario local y, así, cada familia recibía una parcela deacuerdo con sus necesidades y con el número de sus componentes en el año en curso.
Los campesinos cultivaban no solo sus parcelas, sino también una parte de las tierras del inca y de los sacerdotes, sin que obtuvieran recompensa alguna por estos trabajos. Las técnicas agrícolas correspondían el uso de la azada y la taclla (una larga azada provista de un vástago en el que se apoyaba el pie para así hundir más el instrumento en la tierra), el empleo de fertilizantes (estiércol de animal en las tierras altas y pescado descompuesto, o bien guano, en las zonas costeras), también conocieron la irrigación artificial por medio de canales, acueductos y balsas y el cultivo en terrazas para aprovechar hasta el máximo las tierras de las altas laderas andinas.
El cultivo más importante del Perú (y la mayor de las aportaciones Peruanas al acervo económico de la humanidad), era la patata, con una gran variedad de especies que permitían su cultivo desde la costa hasta las elevadas costas del altiplano, a más de 3.500 Mts de Alt. Otros cultivos importantes los constituían el maíz, la oca, la quinoa, el cacao, la chirimoya, la papaya, el tomate, las alubias (en múltiples variedades), la col, la calabaza, el chile, etc. También cultivaban el algodón.La ganadería Incaica, aunque no era tan importante como la agricultura, era un elemento básico en la economía del imperio. La llama se aprovechaba por su lana, larga y espesa, y como animal de carga (no soportaba más de 50 Kg de peso, pero resiste perfectamente la enrarecida atmósfera de las alturas andinas); las Vicuñas y alpacas eran apreciadas por su finisima lana, con las que se tejía las más bellas telas destinadas al Inca y a su séquito.
Los rebaños, como la tierra, eran propiedades del estado y estaban divididos en tres categorías: del estado, de sacerdotes y pueblo. Cada comunidad poseía un cierto número de animales, perteneciente a cada categoría, que debía cuidar y atender y cuyos productos debía entregar al estado en su totalidad; de la parte correspondiente al pueblo, los tejedores realizaban los vestidos que periódicamente eran entregados a los campesinos.
Religión
La religión Incaica consistía en una amalgama de creencias animistas, fetichismo, culto a la naturaleza y ceremonias mágicas; no obstante, también había en ellas una cierta preocupación metafísica y en algunas oraciones y ritos se manifestaba un complejo y refinado sentimiento religioso. Fundamentalmente consistía en un culto al Sol (Inti), fundador de la dinastía incaica, y su adoración iba pareja con la tributada al Inca. Al Sol estaban dedicados los mayores y más ricos templos del Perú, se lo representaban por medio de esferas de oro macizo, se le dedicaban aparatosos ceremonias y grandes sacrificios de llamas; los sacerdotes consagrados a su culto eran innumerables, así como las llamadas “vírgenes del Sol”, que se dedicaban al servicio de los templos. Junto a Inti, era venerada Mamaquilla, la luna, e Ilapa, dios de rayo y la lluvia.
Pero en la teología Inca, no era el sol el dios supremo, sino Viracocha, el creador del universo y dios civilizador que enseño a los hombres el cultivo de la tierra, la alfarería, el tejido y las artes. Por una evolución del pensamiento de los sacerdotes Incas Viracocha pasó a adoptar un papel predominante en tiempos del emperador Pachacuti e a él se dirigieron los más hermosos poemas, himnos y oraciones Incas que han llegado hasta la actualidad. No obstante, esta evolución de la religión incaica, determinada por preocupaciones teológicas de la casta imperial y sacerdotal, no hizo mella alguna en el pueblo, cuya piedad se dirigía únicamente a la veneración de un considerable número de fetiches (Huacas), es decir, objetos materiales que por cualquier motivo eran considerados sagrados; en general este carácter provenía o bien de haber estado en contacto con el inca, o por relaciones con antepasados del Ayllu o con sus momias.
Avances científicos
Los incas crearon un sistema de contabilidad basado en cuerdas de distintos colores con nudos, llamado Quipu, y que estaba a cargo de un funcionario estatal. El Quipu era usado para contar el paso de los días.
Entre sus obras sobresalen los puentes colgantes que conectaba la densa red de caminos que unía el imperio, siendo uno de los principales el llamado Camino del Inca.
Además, son características las fortificaciones incas construida a partir de enormes piedras irregulares que hacían encajar una sobre otra con increíble exactitud, sin utilizar cemento. Entre ellas destacan las ciudades - fortalezas Machu Piccho y Sacsahuamán.
Tuvieron un excelente desarrollo en el trabajo de la cerámica, de los metales, principalmente oro y plata, y sus tejidos de hermosas lanas coloridas.
Desaparición
Huáscar, el hijo mayor y sucesor legítimo de Huayna Cápac, no logro conservar la unidad del imperio. Su primo Atahualpa, hijo de la princesa de Quito, se sublevo contra él y, al final, le venció en un sangriento encuentro. Del estado de crisis producido por la guerra civil sacaron partido un puñado de españoles capitaneados por Francisco Pizarro que, en 1532, apresaron a Atahualpa y lo condenaron a muerte un año después, poniendo en su lugar a un soberano “Fantoche”. Con él y con la fundación de la ciudad española de Lima, en la costa, asistimos a la caída del imperio de los incas como organismo socio - político, aunque sus tradiciones permanecieron en gran parte de los grupos indígenas de la sierra y del altiplano.
TRABAJO EXTRACLASE
1. Leé el contenido anterior.
2. Visualizá muy bien las imágenes y comparalas con la teoría.
3. Observá el siguiente video sacá un resumen y contá en clase lo visto.
Marco geográfico
Los incas se establecieron en el Cuzco alrededor del año 1200 d. C., pero solo dos siglos después, alcanzaron la plenitud de su cultura y de su poder imperial. Hacia 1463, en una rápida expansión de casi un siglo, conquistaron la costa peruana, el resto de las tierras altas de Perú, Ecuador, Bolivia, parte del norte de la actual Argentina hasta el sur de Mendoza y dominaron Chile hasta el río Maipo, aunque llegaron hasta el río Maule. Tomando en cuenta todos estos territorios, cuando se inicia la conquista española del Perú, el imperio incásico tenia cerca de 12 millones de habitantes.
Origen real y mitológico
Origen real: Los datos arqueológicos parecen demostrar que los incas eran una tribu procedente de algún lugar cercano al lago Titicaca, que arribó, quizás en busca de tierras cultivables, al valle del Cuzco a comienzos del siglo XIII. Compartieron el territorio con otras tribus que vivían allí. Hubo frecuentes luchas entre ellas por tierras fértiles, hasta que el noveno rey, Pachacute Inca Yupanqui (1438-1471), logro derrotar a los chancas, sus más tenaces enemigos. De ese modo estableció la hegemonía sobre el valle, emprendiendo la conquista de otras regiones para tener acceso a la producción diferenciada por la altitud. La obra fue continuada por sus sucesores Topa Inca Yupanqui (1471-1493) y Huayna Cápac (1493-1527) hasta delinear las fronteras del imperio, que abarcaban desde Quito en Ecuador hasta el río Maipo en Chile y desde la costa de la cordillera andina. Ejércitos incas se hallaban explorando zonas hacia el norte y el sur cuando se produjo, en 1532, el desembarco de los españoles al mando de Francisco Pizarro. Para entonces dos medio hermanos, Huáscar y Atahualpa, se hallaban en guerra civil por la sucesión al trono, hecho que facilito el accionar de los españoles.
Origen mitológico: Los incas contaban que el dios Sol, Inti, apiadado de la vida casi animal que llevaban los hombres, desconociendo la agricultura, el arte de tejer, la alfarería, la cestería y las ciencias, decidió enviar a dos de sus hijos, Manco Cápac y Mama Ocllo, para los “civilizasen”. Los colocó, premunidos de una vara de oro, en una isla del Lago Titicaca, ordenándolos que fundasen una ciudad en el sitio donde aquella se hundiese en la tierra. Caminaron hasta llegar al valle del Cuzco, dónde se cumplió el anuncio del Dios Padre. Ambos hermanos contrajeron matrimonio, fundando un linaje del cual deberían salir los futuros gobernantes de la urbe.
Gobierno y administración
Gobierno: Los Incas formaron un imperio férreamente unificado, en cuya cabeza se encontraba el Inca, autoridad máxima, absoluta, hereditaria y de carácter divino, quien era considerado hijo del Sol, vivía en el Cuzco, en un espléndido palacio, rodeado de un fausto extraordinario; vestía sólo las más finas telas de alpaca o vicuña, se adornaba con ricas joyas y viajaba siempre en litera, llevada a hombros por curacas. Gobernaba ayudado de numerosos funcionarios que les permitían conocer lo ocurrido en todo su imperio y también era un estado teocrático.
Administración: a la cabeza de la jerarquía administrativa se encontraba el inca, llamado sapa inca gobernaba como soberano absoluto y era venerado cual dios. Debía contraer matrimonio con una hermana para mantener la pureza sanguínea de los descendientes. Sus actividades estaban revestidas de gran ceremonial. Se le podía hablar a través de un paño que le cubría el rostro. Viajaba sobre una litera cargada por sirvientes, quienes, además, barrían el camino que debían pisar.
Organización social:
la base de la sociedad Incaica era el Ayllu, un tipo de clan constituido por varias familias extendidas, unidas entre sí por un cierto grado de parentesco, que vivían todas juntas en un área bastante restringidas y compartían la tierra, los animales y sus productos. Esta comunidad podía ser más o menos grande, formar un pueblo entero o incluso una ciudad, pero siempre existía el principio de la propiedad y del trabajo colectivo; la propiedad privada prácticamente no existía, más que sobre ciertos bienes muy personales: ajuar doméstico (extraordinariamente parco), vestidos y algunos utensilios.
Los Ayllu estaban dirigidos por un jefe colectivo (Mallcu), que era aconsejado por un consejo de ancianos (Amautas). Varios Ayllus constituían un distrito dirigido por un administrador; varios distritos formaban una provincia (Guaman), varias provincias constituían unas de las cuatro partes (Suyu), del imperio (Tahuantinsuyu); el jefe de un Suyu (Apo), era responsable únicamente ante el Inca.
Para la organización del trabajo, y para el pago del impuesto en servicio (Mita), el pueblo estaba dividido en grupos de diez Purics (hombres adultos plenamente capacitados para el trabajo), diez de estos grupos (cien hombres), eran guiados por un Pachaca - Curaca; diez grupos de cien hombres formaban el orden superior, bajo las ordenes de un Curaca; el orden máximo de ésta jerarquía lo constituía el grupo de diez mil hombres - una tribu - con su jefe, el Hono-Curaca. Esta organización era especialmente conveniente, como ya se ha indicado, para la satisfacción de la Mita, el sistema de impuesto incaico que consistía en un pago, no en moneda, que no existía sino en prestación de trabajo personal.
Esta presentación adopta la forma, en primer lugar, de trabajo en los campos del Inca y los sacerdotes, pero además, cada Puric debía trabajar, unos cuantos días al año, en las minas, en las obras públicas (en construcción de rutas, puentes, calzadas, fortalezas, etc.), como porteadores, etc. Existían oficios especializados (alfareros, tejedores, pastores de llamas), que estaban dispensados de pagar la Mita en trabajo en los campos, pero no de la prestación de servicios en las obras públicas. Además, en caso de guerra, cualquier hombre estaba obligado a prestar su cooperación en los ejércitos del Inca, según las necesidades de la campaña. Los únicos exentos de la Mita era la clase noble, es decir, los Curacas.
Organización económica:
La base económica del imperio la constituía la agricultura. La tierra pertenecía al estado, es decir, al Inca, estaba dividida en tres categorías cuyos productos correspondían respectivamente al Inca, a los sacerdotes y al pueblo, y aunque las parcelas más fértiles eran las que pertenecían a las dos primeras clases, cada campesino recibía la tierra necesaria para obtener alimentos para el y su familia. Las tierras correspondientes a cada comunidad eran repartidas anualmente por un funcionario local y, así, cada familia recibía una parcela deacuerdo con sus necesidades y con el número de sus componentes en el año en curso.
Los campesinos cultivaban no solo sus parcelas, sino también una parte de las tierras del inca y de los sacerdotes, sin que obtuvieran recompensa alguna por estos trabajos. Las técnicas agrícolas correspondían el uso de la azada y la taclla (una larga azada provista de un vástago en el que se apoyaba el pie para así hundir más el instrumento en la tierra), el empleo de fertilizantes (estiércol de animal en las tierras altas y pescado descompuesto, o bien guano, en las zonas costeras), también conocieron la irrigación artificial por medio de canales, acueductos y balsas y el cultivo en terrazas para aprovechar hasta el máximo las tierras de las altas laderas andinas.
El cultivo más importante del Perú (y la mayor de las aportaciones Peruanas al acervo económico de la humanidad), era la patata, con una gran variedad de especies que permitían su cultivo desde la costa hasta las elevadas costas del altiplano, a más de 3.500 Mts de Alt. Otros cultivos importantes los constituían el maíz, la oca, la quinoa, el cacao, la chirimoya, la papaya, el tomate, las alubias (en múltiples variedades), la col, la calabaza, el chile, etc. También cultivaban el algodón.La ganadería Incaica, aunque no era tan importante como la agricultura, era un elemento básico en la economía del imperio. La llama se aprovechaba por su lana, larga y espesa, y como animal de carga (no soportaba más de 50 Kg de peso, pero resiste perfectamente la enrarecida atmósfera de las alturas andinas); las Vicuñas y alpacas eran apreciadas por su finisima lana, con las que se tejía las más bellas telas destinadas al Inca y a su séquito.
Los rebaños, como la tierra, eran propiedades del estado y estaban divididos en tres categorías: del estado, de sacerdotes y pueblo. Cada comunidad poseía un cierto número de animales, perteneciente a cada categoría, que debía cuidar y atender y cuyos productos debía entregar al estado en su totalidad; de la parte correspondiente al pueblo, los tejedores realizaban los vestidos que periódicamente eran entregados a los campesinos.
Religión
La religión Incaica consistía en una amalgama de creencias animistas, fetichismo, culto a la naturaleza y ceremonias mágicas; no obstante, también había en ellas una cierta preocupación metafísica y en algunas oraciones y ritos se manifestaba un complejo y refinado sentimiento religioso. Fundamentalmente consistía en un culto al Sol (Inti), fundador de la dinastía incaica, y su adoración iba pareja con la tributada al Inca. Al Sol estaban dedicados los mayores y más ricos templos del Perú, se lo representaban por medio de esferas de oro macizo, se le dedicaban aparatosos ceremonias y grandes sacrificios de llamas; los sacerdotes consagrados a su culto eran innumerables, así como las llamadas “vírgenes del Sol”, que se dedicaban al servicio de los templos. Junto a Inti, era venerada Mamaquilla, la luna, e Ilapa, dios de rayo y la lluvia.
Pero en la teología Inca, no era el sol el dios supremo, sino Viracocha, el creador del universo y dios civilizador que enseño a los hombres el cultivo de la tierra, la alfarería, el tejido y las artes. Por una evolución del pensamiento de los sacerdotes Incas Viracocha pasó a adoptar un papel predominante en tiempos del emperador Pachacuti e a él se dirigieron los más hermosos poemas, himnos y oraciones Incas que han llegado hasta la actualidad. No obstante, esta evolución de la religión incaica, determinada por preocupaciones teológicas de la casta imperial y sacerdotal, no hizo mella alguna en el pueblo, cuya piedad se dirigía únicamente a la veneración de un considerable número de fetiches (Huacas), es decir, objetos materiales que por cualquier motivo eran considerados sagrados; en general este carácter provenía o bien de haber estado en contacto con el inca, o por relaciones con antepasados del Ayllu o con sus momias.
Avances científicos
Los incas crearon un sistema de contabilidad basado en cuerdas de distintos colores con nudos, llamado Quipu, y que estaba a cargo de un funcionario estatal. El Quipu era usado para contar el paso de los días.
Entre sus obras sobresalen los puentes colgantes que conectaba la densa red de caminos que unía el imperio, siendo uno de los principales el llamado Camino del Inca.
Además, son características las fortificaciones incas construida a partir de enormes piedras irregulares que hacían encajar una sobre otra con increíble exactitud, sin utilizar cemento. Entre ellas destacan las ciudades - fortalezas Machu Piccho y Sacsahuamán.
Tuvieron un excelente desarrollo en el trabajo de la cerámica, de los metales, principalmente oro y plata, y sus tejidos de hermosas lanas coloridas.
Desaparición
Huáscar, el hijo mayor y sucesor legítimo de Huayna Cápac, no logro conservar la unidad del imperio. Su primo Atahualpa, hijo de la princesa de Quito, se sublevo contra él y, al final, le venció en un sangriento encuentro. Del estado de crisis producido por la guerra civil sacaron partido un puñado de españoles capitaneados por Francisco Pizarro que, en 1532, apresaron a Atahualpa y lo condenaron a muerte un año después, poniendo en su lugar a un soberano “Fantoche”. Con él y con la fundación de la ciudad española de Lima, en la costa, asistimos a la caída del imperio de los incas como organismo socio - político, aunque sus tradiciones permanecieron en gran parte de los grupos indígenas de la sierra y del altiplano.
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2. Visualizá muy bien las imágenes y comparalas con la teoría.
3. Observá el siguiente video sacá un resumen y contá en clase lo visto.
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